Un día en 1978, Ralph Irizarry luego de trabajar seis años para Merrill Lynch en Wall Street, recibío un ultimátum de su jefe: “Si te vas para Venezuela en gira con Ray Barreto, quedarás despedido”. Fue el momento en que Irizarry tomó una gran decisión, y comento: «no ha vuelto a tener un trabajo de ese tipo en toda mi vida». Fue justamente en ese momento cuando empieza la verdadera carrera de este excelente percusionista en la música latina.
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